VÍCTOR MOSCOSO, HIJO Y SUPERVIVIENTE DE LA CONTRACULTURA CON APELLIDO GALLEGO (2016)

NR12© Víctor Moscoso

 Víctor Moscoso, hijo y superviviente de la contracultura con apellido gallego

por ROQUE SOTO - http://www.atlantico.net/articulo/sociedad/victor-moscoso-hijo-y-superviviente-contracultura-apellido-gallego/20161206004756561827.html

6 DEZ. / 2016 - Victor Moscoso (Oleiros, 1936) es uno de los supervivientes de aquellos artistas de la década de 1960 que revitalizaron el diseño, el cómic y la música, pero partiendo de una base acorde con lo que hoy se denomina antisistema. En la actualidad, este gallego de una localidad coruñesa continúa ofreciendo sus trabajos acordes con un amplio bagaje cultural en el que se aprecian influencias de las vanguardias de entreguerras, cuyo espíritu inquieto permitió acercarlas a un vasto público desde formas novedosas y contestatarias.

El niño Moscoso, llegó al puerto de Nueva York con 3 años y medio de edad, cuando había terminado la guerra civil en España. De su primera infancia en Galicia, el artista recuerda los típicos juegos en el medio rural, donde había un caballo que montaban él y su primo. También le vienen imágenes del río en cuya orilla lavaba ropa su madre, costurera de profesión, mientras que su padre trabajaba como pintor de casas.

El progenitor había nacido en Nueva Jersey, hijo de uno de los miles de gallegos que a finales del siglo XIX buscaron salida a sus penurias en Estados Unidos. El golpe militar de otro gallego en 1936, un mes antes del nacimiento de Moscoso, afectó al padre del futuro artista que tenía que irse hacia el monte de la mortal represión franquista que se estaba desarrollando en Galicia, donde el pintor de hogares se había instalado como el "americano" y de donde escapó al final de la guerra civil rumbo a su país de nacimiento.

La rápida adaptación a la verticalidad de la ciudad de los rascacielos frente al verdor del campo galaico, hizo de Moscoso un joven inquieto que gracias a su padre aprendió lo que denomina artesanía de la pintura, lo cual facilitó en sus comienzos un mejor aprendizaje en prestigiosos centros como The Union Cooper de Nueva York y la Universidad de Yale.
Su traslado a finales de los cincuenta al otro lado de la costa estadounidense, en concreto a San Francisco, se saldó en primer lugar con una graduación en el instituto de arte de dicha ciudad californiana. En aquel centro de impartió clases durante cinco años.

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Víctor Moscoso delante de algunas de sus obras

experience PÓSTERS Y ROCK
 En la urbe del Golden Gate están fechados, en 1966, los primeros carteles de Moscoso para grupos de rock que tocaban en clubs como el Avalon y el Matrix, a la vez que estaban tomando el relevo a los combos británicos que habían revolucionado el panorama musical de la primera mitad de la década prodigiosa. La formación del artista, su bagaje cultural y las ganas de innovar dentro del apartado de la comunicación, pero desde un punto de vista diferentes, convirtieron aquellos carteles en auténticas obras de arte, muy solicitadas en la actualidad por todo tipo de coleccionistas y museos.

 La tendencia de entonces en el nuevo cartelismo de registro juvenil estaba asentada en el regreso al producto de carácter popular, artesano y fuera del sector publicitario. Las tiradas eran reducidas, gratuitas o a precios bajos, para su entrega en las numerosas actuaciones que se producían no sólo en los locales de moda de California, sino también en Detroit, Chicago o Nueva York. Luego vendrían la presencia de aquellas obras en reconocidas galerías de arte cuando no se vendían en tiendas especializadas.

 En el emblemático barrio de High Asbury de San Francisco abría sus puertas el primer establecimiento de carácter netamente underground que con posteridad cumpliría una importante labor en la expansión de la prensa contracultural. Se trataba de Print Mint, a cuya filosofía se adaptaban inadaptados que habían recogido el testigo de la generación beat.

 De aquellos lodos contestatarios y antibelicistas, la guerra de Vietnam estaba en su apogeo, se inundaron los canales artísticos. A ello contribuyeron el ya citado Robert Crumb, Alton Kelly, Stanley Mouse, Rick Griffin, Wes Wilson y Manuel Spain Rodríguez, entre otros, algunos de los cuales, junto a Moscoso participaron, en el significativo Joint Show, de la galería Moore en pleno verano del amor, aquel del mitificado Monterrey Festival Pop, emblema de la nueva corriente de la cultura juvenil, en la que entraban la música psicodélica, el nomadismo, la ruptura con el sistema y el consumo de drogas.

A sus ochenta años, el artista se mantiene en activo en California.